OPINIONES: Restaurante Prístino (Madrid)

Bajo el lema de «Casa de comidas contemporánea» se esconde el restaurante Prístino, ubicado en pleno barrio de Chamberí (Paseo de Eduardo Dato, 8 – Madrid). Se trata de un local de corte clásico y elegante que huye del postureo fancy de Instagram y se centra en lo que todo restaurante debería: la comida y el servicio (ambos sublimes).

Si no me hubieran hablado de Prístino, probablemente nunca lo hubiera probado. De hecho, al primer vistazo, su carta no dice mucho. Platos de corte bastante tradicional, sin florituras. Un tipo de cocina la que casi ya no estamos acostumbrados. La frase con la que lo describen los compañeros de Un buen día en Madrid lo resume muy bien: «Es una propuesta simple pero que muy pocos restaurantes consiguen.»

Nuestra experiencia en Restaurante Prístino

Fui un martes por la noche con mi pareja y a las 8 nos encontramos el local aún vacío (luego se llenó bastante para ser un martes de invierno en Pandemia), por lo que tuvimos toda la atención de su amabilísimo equipo.

Nos costó un pelín decidirnos (como he dicho antes, al primer vistazo la carta no me decía mucho), pero tras una segunda visual ya nos gustaban más platos de los que podríamos pedir y al final hasta nos quedaron por probar.

Entrantes

Cuando salimos a cenar por ahí, Marta y yo acostumbramos a compartir los platos para poder probar la mayor cantidad de platos diferentes de la carta, así que no hicimos distinción entre primeros y segundos en nuestra visita al Restaurante Prístino.

Comenzamos con sus «Croquetas caseras melosas» (9,00 €) de cecina. Lo primero que nos llamó la atención fue su original forma, ya que las elaboran cuadradas, algo que no habíamos visto antes en Madrid (va a resultar que no son tan clásicos en Prístino). Por otro lado, nos sorprendió la cantidad de croquetas que traía la ración (8 unidades). No obstante, lo que más destacó fue su extrema cremosidad y su agradable sabor, muy equilibrado (muchas croquetas de cecina suelen tirar a saladas).

croquetas cuadradas
Croquetas melosas de cecina

Seguimos con las «Alcachofas confitadas» (10,00 €). Exquisitas flores de alcachofa con el punto justo de sal y sin exceso de aceite. ¡Muy bien ejecutadas (a mí en casa no me quedan así)! Habitualmente la ración trae 3 unidades, pero enseguida el camarero nos ofreció la posibilidad de agregar una alcachofa más (solo un detalle más de la atención tan personalizada que ofrecen).

De los entrantes nos quedaron por probar los «Torreznos con Patatas Revolconas» (9,00 €). Pero, dado que las raciones son bastante generosas, no queríamos arriesgar. ¡Volveremos a por ellos la próxima vez!

Platos principales

Seguramente hubiéramos pedido el «Calamar de Potera a la Brasa» (18,00 €), pero era el único plato que estaba agotado ese día. Así que, nos animamos con el «Pulpo a la Brasa» (19,00 €), que aunque aparece en la carta como Entrante, fue más que suficiente. Además, nos dieron la opción de acompañarlo con la guarnición de nuestra elección: «Pimientos de Padrón» (5,00 €), «Patatas Panaderas» (5,00 €), «Patatas Fritas» (5,00 €) o «Pimientos Asados al Carbón» (7,00 €).

El segundo principal que pedimos fue el «Steak Tartar de Ternera» (20,00 €) y la decisión fue de lo más acertada: ¡probablemente el mejor tartar que hayamos tomado en Madrid! Una carne exquisita, muy melosa, sin grasa ni nervio, picada a mano y muy bien aderezada.

steak tartar prístino madrid
Steak Tartar de ternera de Prístino Madrid

Un plato que vimos servir bastante esa noche en otras mesas cercanas fue la «Lubina a la Sal con Guarnición» (21,00 € / pers.).

Postres

Los hubiéramos pedidos todos, aunque finalmente nos decantamos por la «Mousse de Madroño» (5,50 €) y «El de Chocolate» (5,50 €).

mousse madroño restaurante pristino
Mousse de madroño de Prístino Madrid

El primero fue una espuma muy suave, nada pesada, poco dulce y con un sabor adictivo de la que me podría haber tomado, sin duda, varias porciones. El segundo, por su lado, era una especie de sopa de chocolate negro ligeramente amarga con almendras laminadas y una especie de picatostes de brioche, muy agradable para compartir.

Ambiente

Como he mencionado arriba, el ambiente en Prístino es elegante y acogedor, ubicado en una atmósfera clásica, casi señorial, sin ser casposa. De hecho, nada más entrar te invade la sensación de estar en un hotel de cuatro estrellas. Aunque, lo que sin duda marca la diferencia con respecto a otros restaurantes, es la atención del servicio: agradable y atento, nada invasivo ni torpe.

Ah y ¡también tienen una agradable terraza en pleno Barrio de Chamberí!

Precio

Tuvimos la suerte de ser invitados en esta ocasión, pero de no ser así habríamos salido a 76,00 € (incluyendo dos copas de Rueda) con muy buen sabor de boca, llenos y con ganas de volver para probar sus Torreznos con patatas revolconas, el Calamar a la brasa, su Tarta de queso y ¿por qué no? repetir el Steak Tartar.

Nuestro veredicto: 8 / 10
Dirección: 
Paseo de Eduardo Dato, 8 – Metro: Rubén Darío
Puedes ver la carta y/o reservar mesa en Prístino en su página web. También puedes disfrutar sus platos a domicilio en Mamotreto, el delivery de Prístino.

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