¡Hace 4 años descubrí la cocina peruana y me enamoré! Y gracias a las III Jornadas Gastronómicas Isla Bonita, que actualmente se celebran en Madrid, he tenido la oportunidad de probar un restaurante peruano nuevo: Kechua.
Kechua es uno de los diez restaurantes que participó en el concurso gastronómico que la marca de frutas tropicales Isla Bonita Premium Gold celebró por tercer año consecutivo en Madrid y en el que participaron grandes chef en representación de algunos de los restaurantes de mayor renombre de la capital. El Café de Oriente, Lhardy, José Luis, Viridiana, Welow o Doki Doki (ganador del concurso) son solo algunos de los implicados. Todos ellos elaboraron platos cuyos protagonistas debían ser el mango, la papaya, el aguacate o la piña, y que han incorporado a sus cartas hasta el próximo 3 de julio.
Es posible que no hayas escuchado hablar mucho aún de Kechua, ya que este restaurante peruano solamente lleva abierto unos pocos meses. Sin embargo, en este tiempo ha conseguido hacerse un hueco en la lista de los mejores restaurantes peruanos de Madrid, puesto que su director Luis Barrios lleva una larga trayectoria gastronómica a sus espaldas (también regenta el Restaurante Chincha) y ha dado con la combinación perfecta para que Kechua no sea un restaurante peruano más del centro.
Delicioso Ceviche verde de marisco
Este local sirve todas las especialidades peruanas tradicionales (Pisco Sour, ceviche, causa limeña, ají de gallina, lomo saltado…) que uno espera encontrar en un restaurante peruano, pero con un toque moderno y vanguardista que lo hace diferente.
Dirección: Calle Fuentes 9 (Metro: Ópera / Sol)
2 personas comen por 70€
Abren de martes a sábado de 13h a 24 h y domingos de 13h a 17h.
NUESTRA EXPERIENCIA:
- Entrantes: Probamos un menú degustación que consistía en platos a cada cual más delicioso: Causa limeña, Papa rellena de ternera, Yuquita frita con huacaína, aunque el plato estrella, sin duda, fue el Ceviche de marisco verde. Los que me conocen saben que no soy un gran amante del marisco, pero la mezcla de pulpo, calamar y langostinos con aliño de leche de tigre al cilantro, lo hacía un plato realmente espectacular. Tienen un total de 5 ceviches, de los que nos quedamos con ganas de probar más de uno, así como su Tartar rojo – negro.
- Principales: Tomamos el tradicional Ají de gallina que no nos sorprendió especialmente, ya que seguía la línea de lo que habíamos probado en otros restaurantes peruanos y ya estábamos bastante llenos. Y, puesto que nos encontrábamos en plenas Jornadas Gastronómicas Isla Bonita tuvimos el placer de degustar el plato que este restaurante presentó al concurso: Lomo de pez mantequilla sobre risotto andino y emulsión de mango, una verdadera exquisitez que combinaba el dulce sabor del mango con las especias típicas de los Andes y la increíble textura del pez mantequilla (que literalmente se deshacía en la boca). Nos encantaría haber probado también el Tacu taco con entrecot.
- Postres: A estas alturas de la noche estábamos tan llenos que solo pudimos compartir un Suspiro a la limeña (crema de dulce de leche con merengue flambeado), aunque volveremos en breve para probar su Pionono de dulce de leche y el Trampantojo de «Ají con papas».
- Bebidas: Como llegamos con bastante sed, para empezar con buen pie tomamos una Chica morada (refresco natural que se obtiene al hervir el «maíz morado») en el bar y, una vez sentados en el comedor, tomamos un Pisco Sour (de los mejores que he tomado).
- Ambiente: A pesar de encontrarse en pleno centro de Madrid (a menos de 5 minutos andando de Sol) el ambiente de este sitio es muy tranquilo. Por fuera parece un local pequeño, ya que la zona de bar y comedor están separados, por lo que cuando entras al comedor realmente te sorprende su tamaño, que permite que las mesas estén bastante separadas las unas de las otras aportando intimidad y comodidad a los comensales. Como es común en restaurantes peruanos, el día que lo visitamos (un día entre semana) había música en directo, aunque muy discreta y fijada solamente a una parte de la sala, lo cual permitía disfrutar de una banda sonora agradable, pero sin imposibilitar una conversación agradable. El servicio por parte de los camareros también fue muy correcto, con gran disposición a ayudarte en la elección de los platos y en hacerte la estancia lo más placentera posible, con esa servicialidad exquisita que muchas veces caracteriza a los latinos.
Nuestro veredicto: 8/10
Aunque, en ocasiones, pueda parecer que los platos son algo minimalistas, te aseguro que no saldrás con hambre de Kechua, entre otros motivos porque la gastronomía peruana se nutre bastante de hidratos de carbono como la patata, la yuca, la batata o el arroz que hacen que una continuación de pequeños platos se acaben conviertiendo en una comida más que contundente.
A pesar de ser un restaurante relativamente asequible, es bastante común ver a políticos y otras celebridades frecuentar este local, lo que, sin duda, demuestra su buena reputación y gran acogida en su corto período de actividad.
PD: ¿Por qué hago publicidad de este restaurante? Con la situación económica actual es muy importante recomendar los sitios que nos gustan para que puedan salir adelante. Sería una pena que un restaurante de estas características acabara cerrando por falta de clientela…
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