Siempre defiendo que un buen foodie no solo se alimenta de exquisiteces, sino que además las acompaña de bebidas originales que consigan hacer su experiencia gastronómica completa.

Y esto es algo qué va mucho más allá del vino. De hecho, como ya publiqué hace algún tiempo aquí, las cervezas cada vez juegan un papel más importante en el maridaje. Y, sin duda, la hidromiel es una de las «cervezas» más gourmets que conozco (aunque no sea exactamente una cerveza, a pesar de su parecido en graduación y carbonatación).

¿Qué es el hidromiel? Se trata de una bebida a base de miel y agua, fermentada con levadura. También se conoce como aguamiel o hidromel, incluso en algunos sitios se le conoce como vino de miel.

No obstante, se elaboran diferentes tipos de hidromiel con lúpulo, especias, zumos o frutas. Incluso existen algunas combinaciones bastante bien logradas con té verde u otras infusiones.

El hidromiel es una bebida sin gluten: ni la miel, ni la levadura, ni naturalmente el lúpulo lo contienen, por lo que es apta para celíacos.

¿A qué sabe el hidromiel? El sabor del hidromiel es dulce. No obstante, las variedades que inlcuyen lúpulo, tienden a amargar más, y por tanto su sabor se asemeja más al de una cerveza tradicional. Por otro lado, cuánta mayor cantidad de levadura contenga, más gaseosa es. Además, cuánto más largo es el tiempo de fermentación, más alcohol contiene el producto final, alcanzando en ocasiones hasta 12 grados de alcohol.

Por su sabor meloso, el hidromiel es perfecto para maridar con queso («la miel y el queso siempre se han complementado tan bien como Bonnie and Clyde»), carnes de sabor intenso como la presa ibérica o el magret de pato, patés, etc.

Por otro lado, los hidromieles con lúpulo tienen un sabor más amargo y su sabor se asemeja más a las cervezas tradicionales, ya que éste les aporta un toque amargo. De hecho, casi se podría decir que la miel deja de ser el sabor protagonista en este tipo de elaboraciones.

¿Qué propiedades tiene el hidromiel? Puesto que su principal ingredientes es la miel, podemos decir que conservan sus mismas propiedades nutritivas: energéticas y revitalizantes. Además, todos conocemos el poder de la miel para suavizar el dolor de garganta. De hecho, lo tomaban para hablar claro en las asambleas los Anglos y Sajones.

A estos, debemos añadir los beneficios que le aporta la fermentación, como por ejemplo, ayudar a la digestión o reforzar el sistema inmune puesto que contienen muchas bacterias que apoyan los diferentes sistemas del cuerpo.

Dónde comprar hidromiel: Hasta hace poco el hidromiel era un producto difícil de encontrar en España. Gracias al auge de las cervezas artesanas, algunos productores también se han atrevido con esta bebida. Incluso existen algunas marcas como Viking Bad que se dedican solamente a la producción de hidromiel.

Actualmente tienen disponibles más de 4 variedades diferentes (dos versiones de hidromiel tradicional, una con lúpulo y otra edición limitada de temporada que cambia con cada estación del año). En Madrid puedes encontrarlos fácilmente en tiendas especializadas en cervezas, y cada vez más en bares. En el resto de España también se están expandiendo con rápidez y seguro que tienes un punto de venta más cerca de lo que crees.

En este mapa puedes consultar si tienes una tienda o bar cerca donde vendan hidromiel (haz clic aquí). Si tienes dudas sobre dónde encontrarlas puedes consultar directamente con Viking Bad en su página de Facebook, Twitter o Instagram.

Ingredientes para preparar hidromiel casera sin lúpulo:

1 kg de miel
2,5 litros de agua
3 g de levadura de cerveza en polvo
(también puedes utilizar 8 g de levadura fresca en pastilla)

Utensilios: Olla, desinfectante, termómetro para bebidas calientes, y fermentador*.

*El fermentador debe ser un recipiente que pueda cerrarse herméticamente, pero que incluya un sistema de evacuación de los gases que se generan, ya que es importante que éstos puedan salir, pero sin que pueda entrar aire.

Tiempo de preparación: 20 min.
Tiempo de fermentación: Mín. 15 días
Cantidad resultante: Apróx. 3,5 litros.

Cómo se hace la hidromiel casera:

1. Desinfecta todo los materiales que vayas a usar con alcohol etílico de 96º o con lejía alimentaria.

2. Pon una olla con la mitad del agua al fuego hasta que alcance una temperatura de aprox. 50 grados centígrados.

3. Añade la miel la olla junto con el agua caliente mientras remueves. CONSEJO: No añadas la miel a más de 50º, ya que si no perderá sus propiedades.

4. Incorpora el líquido al recipiente que vayas a usar para la fermentación, agrega el resto del agua hasta conseguir una temperatura entre 25º y 45º y mezcla de nuevo.

5. Separa un vaso del líquido y añádele la levadura de cerveza o la levadura fresca de panadería deshecha con los dedos.

6. Deja actuar la levadura sin remover durante 10 mintos.

7. Agita la mezcla del vaso y deja reposar 5 minutos más.

8. Agrega el líquido del vaso al fermentador y cierra.

9. Deja fermentar entre 15 días y un mes en un lugar con una temperatura entre 10º y 20ºC y fuera del alcance de los rayos del sol (puede haber luz, pero no darle el sol directamente).

PD: Esta es la receta de hidromiel básica, si quieres atrévete a hacer tu propia variación con especias, frutas, zumos o, incluso lúpulos. IMPORTANTE: No añadas el lúpulo a temperaturas superiores a 80º.

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